sábado, 16 de noviembre de 2013

Tiempos Verbales.


Escribiendo en gerundio
y con el puño cerrado,
es lo mismo que hablar callando.
O bien podría decirse, que es 
dar por terminado el pasado.

Si se escribe en pasado
y mirando por encima del hombro,
es seguir hablando de lo mismo.
Como seguir anclado en los días nublados.
Como seguir respondiendo por costumbre,
juntando herrumbre por instinto.

Escribir en presente, siempre 
es tan difícil, como escribir en futuro.
Es como escribir sobre un blanco nieve
que ni se sabe ni se comprende.
Como apostarle al rojo, por si sale en suerte.
Como la verdad del loco, la del que miente.

Tan solo Silencios entre los puntos suspensivos,
entre las pausas de los puntos y comas.
Tan solo sonrisas, entre medio
y después, de un signo de admiración.
Tan solo un Te Amo
sin un antes ni un después,
...entre tú y yo.


-El Farabute-


domingo, 10 de noviembre de 2013

Circus


Un payaso, un leon, un domador
y un salto al vacío.
No es lo mismo, dos pájaros de un tiro
que un sacerdote sin domingo
rezando sin fé, buscando el paraíso.
Construyendo dogmas, gritando a los cuatro vientos
que la vida es un calvario,
que no todo es lo mismo.

Lo mismo que subrayar sin regla
y tirar tres clavas al aire.
Escribiendo la mitad en manuscrita
y la otra mitad en imprenta.
¿Quien puediera decir que intentar, 
no es lo único que cuenta?

Si te cuento lo que cuentan
tal vez puedas que no me creas.
Ilusión, Fantasía, Don Quijote
y esa necesidad tan Humana
de vivir un rato al dia en paralelo.
Así, trepado a la cola de un barrilete
con una pluma, una baraja
y tan solo tres cubiletes.


-El Farabute-


viernes, 5 de julio de 2013

Hoy como Ayer.



Que no, que sí. Que no, que ya lo sé.
Que no, que no te hace falta me decía mi Padre. 
Que sí, que ya lo sé, le decía yo. 
Cuestión que a los 10 u 11 años yo quería ganarme mi propio dinero.

Era su primogénito y muy mimado por él. No sé si por aquel entonces me daba cuenta de cuánto amor sentía mi Padre por mí. Hoy no tengo dudas, hoy una plegaria diaria por él.

Cuestión que logré convencerlo de que me permitiera salir la calle a vender quiniela. Quiniela! (Qué insulso!!, numeritos por dinero!)

Y así salí a la calle, con mi talonario de ventas en la mano, orgulloso y bien dispuesto a conocer el mundo, lo que para mí era Todo!! (claro!, si no conocía otra cosa más que el patio de mi  casa, o las calles del barrio donde jugaba).

Con mi timidez a flor de piel, recitaba como un mantra: “Buen día! Buenas tardes! Quiere probar Suerte? Vendo quiniela”.

Así llegué a tener una clientela fija, personas mayores de edad, que me esperaban ansiosas a que pasara a la hora de siempre, para hacer sus apuestas…(las de siempre). Porque el jugador de quiniela sigue a los números, lleva la cuenta de los números repetidos, y hasta  traduce en números el contenido de los sueños.

Trabajé todo aquel verano! Gané mi propio dinero!

Pero no saben lo que me pasó! La última semana de trabajo, quiso la Suerte que aprendiera algo, para lo cual tuve que pagar con todos mi ahorros. 
Anoté mal un número, y el desgraciado salió premiado a la cabeza.

Llegué a mi casa, abrí mi cajita, junté todo el dinero que había ganado en aquel verano y fui a pagarle a mi cliente…, y aun así le quedé debiendo.
Pero mi cliente fue generoso, nunca me reclamó el faltante…Nunca más lo vi.

Que qué aprendí? Que vender Quiniela es vender  esperanzas para los necesitados de dinero rápido, o  ilusiones para los adictos al juego.

Qué paradójico! Hoy, algunas décadas después, casi sin darme cuenta (como en aquel entonces), por simple hobby, me encuentro tras los pasos de una nueva profesión, un oficio: Hoy quiero vender Momentos, Estados (“Hechos que No son…, pero que Son lo que parecen”). Hoy otra vez quiero vender Ilusiones… Señoras y Señores:
Comienza la función!!

-El Farabute-




lunes, 24 de junio de 2013

Una verdad de a puño.


No se quien lo escribió, pero que es la mismísima puta verdad, no me cabe la menor duda. Felicitaciones al autor!!

viernes, 7 de junio de 2013

EN LA ESQUINA DE TUS SUEÑOS.


Entre el: "No puede ser, pero Es!"
Una expresión boqui-abierta.
Tan insolente y tan sincera!
que es la envidia de los dioses.
Con esa sonrisa compras el cielo
al contado, y...sin ases ganas al poker.

Entre lo Real y lo Imaginario
tan sólo una llave, tan solo una puerta.
Tan sólo una fina línea que separa
el querer, de lo que toca en suerte.
El sentir las ganas al sentirse vivo, 
del vivir de mala muerte.

En la esquina de los Sueños
se compran y venden ilusiones.
Se cambian axiomas amarillos
por flores de papel perfumado.
En la esquina de los Sueños
un salto al vacío, 
siempre te está esperando.

Entre el: "No puede ser, pero Es!"
Una expresión boqui-abierta.
Una moneda desaparece entre tus dedos.
Y la puerta que estaba cerrada
bajo llave, se encuentra ahora
de repente, y de par en par abierta.

Tan solo un momento.
Tan solo un instante.
Tan solo un impulso
para soltarse.


-El Farabute-



sábado, 11 de mayo de 2013

Sabes una cosa? ...


Hay veces que muero de ganas,
y otras veces de rodillas.
Hay veces que muero de pié,
y otra veces intentando comprender,
porqué las lágrimas corren lento
por las mejillas.

Hay veces, que las horas nunca pasan
y otras veces, que son insuficientes.
Hay veces, que la distancia no importa
y otras veces, es la peor condena.
Mas de mil noche son las que no duermo,
pensando que soñar, vale la pena.

Hay jueces que no respetan las reglas,
y mercaderes que comercian, solo por vicio.
Hay algunos condenados a perpetua,
y hay otros, condenados al exilio.
A falta de pan, buena son las tortas.
Hay poetas, condenados al olvido.

Hay veces que el fuego no entibia
y otras veces, que arde y derrite.
A tal punto que no se comprende como
se indefinen tanto, los límites.
¿Dónde empiezan y donde terminan
bajo un abrazo, tu piel de la mía?

Hay amores de primavera
y hay amores para siempre.
Bien vale todo lo vivido
si por encontrarte, sirvió de espera.
Mas de mil noche son las que no duermo
sabiendo que soñar, valió la pena.


¿Sabes una cosa? ...



-El Farabute-



sábado, 20 de abril de 2013

CUANTOS CUANTOS


¿Cuánto puede escribirse?
con un puñado que no llega a dos.
¿Cuántos sueños puden soñarse?
antes que den las tres.
Cuantos cuantos! y eso...
sin contar los después.

¿Cuántos platos pueden romperse?
después de romper el primero.
¿Cuántas lágrimas pueden caerse?
de un arco iris en blanco y negro.
¿Cuántas preguntas pueden hacerse?
antes y después de un: ¿por qué?

¿Cuantos besos pueden darse?
después de dar el primero.
Cuantos suspiros, cuanta espera.
Cuantos higos que no pasan de brevas
Cuantos inviernos a la intemperie.
Cuantos besos de primavera!

Cuantos mancos que pierden la partida.
Cuantos ciegos que pierden el tren.
Cuantos cuantos, y eso sin contar
los otros, y "aquellos" también.

¿Habrá tantos dioses en el Olimpo,
como besos contienen tus labios?
¿Habrá que rezarle a Dios, 
como a una dama, se le levanta la falda?
Sin pedirle permiso, ni a Dios con el cuento
"perdón por los pecados".

Habrá que morder la manzana,
un poco cada día?
Habrá que sentirse vivo
con los vicios infundados?
¿Haría falta decirnos:
de mi costilla, tu costado?

¿Habrá que jugarse la vida
a cada instante. En cada palabra?
¿Habrá que amarse?
Porque no hay otro modo de vivir
mas que mirándonos a los ojos.
Porque de ser así, es imposible
mirarnos, dándonos la espalda.

Cuántos cuantos! 
sin contar los otros,
y aquellos también.
Cuantos cuantos! y eso,
sin contar los después.


-El Farabute-






miércoles, 17 de abril de 2013

Frío... como una Hot-Line.


Tu voz me sonó, a algo tan frío 
como una linea hot-line.
A un cartel de "Se Vende"
y se paga al contado 
con juegos de azar.

Tu voz me sonó, a esos 
versos tran tristes
que dan pena nombrar.
A un final de repente
en su noche de bodas
de dos locos de atar.

Tu voz me sonó, a
veinte años no es nada,
además, que me aclararas
que todo te importa nada,
y para quedarme tranquilo...
porque se te da la gana.

Hay Amores que matan, 
los mejores, los mas intensos.
Los que duran poco pero fervientes,
los que no se pueden olvidar.
Los que duran para siempre.

Tu voz me sonó
a canción de despedida.
A esos versos tan tristes,
que aunque rimen, no riman.

-El Farabute-




domingo, 7 de abril de 2013

Recuerdas...?


¿Te acuerdas del primer beso?
Mitad verguenza, mitad deseo 
mitad ¿qué hago? Casi podría decirse,
que era tocar el Cielo con las manos.

Un cisne, una gaviota, un parpadeo.
Aquél instante eterno en que se te cruza...
"después de ésta, no hay otra".
Mas que rezar, cruzar los dedos.

Tras terminar con un suspiro entre-cortado
y mirándonos morder los labios
nos entregamos con el último aliento,
tartamudeando un "Te Amo", tallado a dedo.

Besos adolescentes, impulsivos, salvajes.
Reveldes por definición.
Como cruzar un semáforo en rojo
por tan sólo probar Suerte.
Lo que sería, tenerte y no tenerte.
Lo que sería, despedirte en la estación.



-El Farabute-




viernes, 5 de abril de 2013

Con la baraja marcada.



A tí que no te gusta dar garantías,
que juegas con los naipes marcados.
Por el tiempo que fuiste mía
te doy las gracias, y te aseguro
que aprendí a amar así, bajo sin techo
aprendí a amar así, sin garantías.

Me enseñaste a no pretender, atrapar
a las mariposas ni al futuro.
A vivir lo que se presenta,
que mas se disfruta sin comprender,
viviendo el tiempo a tiempo sin apuros.

Tu alma es tan libre y a la vez,
tan sedienta como cualquiera.
Tal vez un día nos cruzemos
bajo la luna y sin velas,
vendiendo ilusiones en la feria.

Tú que me enseñaste a amar sin compromisos,
a abrazarte y a besarte sin pedir permiso.
Tú que juegas con la baraja marcada,
y un día como hoy, como cualuqiera
la vida, se parece a un cuento de hadas.



-El Farabute-


miércoles, 3 de abril de 2013

Dos días en el Paraíso.


Dos días en el Paraíso
y tres noches sin dormir.
¿Qué mas podria decirte,
de lo que te digo sin decir?

Por quitarnos la duda.
Por quitarnos las ganas.
Los besos no son de Judas.
Los sueños, son los de Hadas.

En el mientras tanto, tu sonrisa
tan inocentemente salvaje.
Y en el después del después
un futuro sin prisa, un 
transitar el tiempo sin peaje.

Abrazos enrosacados sin velos
y mil besos, tan dulcemente adictivos.
Que para poder describirlos
sobrados están los verbos,
y son escasos los adjetivos.

Dos días en el Paraíso
y tres noches sin dormir.
Bendito sean aquellos besos
que se dan porque se sienten,
que se dan tan solo así.


-El Farabute-





martes, 26 de marzo de 2013

Y aquí no hay delito.



Me has devuelto a la vida y voy a  pagar por ello. Y teniendo en cuenta aquello, de que cada firma lleva su sello, pagaré a mi modo, aprovechando de mis virtudes y abusando de mis defectos.

Voy  a raptarte. Pero soy lo suficientemente sádico como para llevarme solo una parte de ti. Aquella donde habitan tus emociones, donde están vivos tus sentimientos. Aquella parte de ti, que canta tus mejores canciones.

La justicia ya no me busca. He confesado el delito antes de cometerlo. Es el modo que he encontrado para no vivir huyendo. Para seguir vivo, aún después de muerto.
No puedes quejarte…he pecado de honesto.

Pensándolo bien, ni siquiera será un delito. Eres tan responsable como yo.
Eres la plegaria del hereje, la cuadratura del círculo, el andar de una rueda sin eje.
Eres el sentido del sinsentido, de éste sentir lo que siento. De las palabras que te digo, de las que callo y de las que se llevó el viento.

En resumidas cuenta, eres la llama que derritió el hielo

-El Farabute-





domingo, 24 de marzo de 2013

Y morderse los labios...



Y ver tu sonrisa pintada en todos partes, en las paredes que contienen, que encierran. En las ventanas abiertas que prometen. En el cielo raso, en el cielo abierto. En medio de tanta gente, entre el murmullo que cuentan mil historias en los subtes, en los micros, en los trenes. Al final de una avenida con luces interminables. En la fina línea del horizonte que confunde, lo efímero con lo palpable.

Un suspiro, un susurro, un morderse los labios… un firmar de puño y letra lo que se siente a diario. ¿Hace falta más? Para sentirse vivo, capaz de amar hasta la indecencia, por insolente, por que se quiere así, así sin más.

Un futuro imperfecto de un imperfecto poeta, que llena con puntos suspensivos los espacios en blanco cuando lo abandonan las palabras, tan solo para ser leído entre líneas, aquellas palabras que porque no se le ocurren, las escribe entre “comillas”.

Y un perfecto presente que promete un futuro merecido, (el que sea). Ahora y aquí juega sin cartas marcadas, sin Ases bajo la manga. Sin más ilusión que el que otorga la magia…la magia de una sonrisa, la magia de tu mirada.

Y tras esa sonrisa… un morderse los labios!


domingo, 10 de marzo de 2013

Así Pintaba


Pintaba de algún modo tan fuera de su raya,
pero pintaba tan comprometidamente!
que los dioses le guiñaban un ojo.
Las vírgenes, a su nombre las uvas.
Los Santos, a su nombre sus antojos.

El aseguraba que no estaba donde estuvo.
No podía mentir, tampoco podía jurar.
Las aguas lo cubríeron, tanto
que los peses flotaban en el aire
y el cielo, se confundía con el mar.

Dice que probó mas de lo pensado
y mucho menos de lo deseado.
A Dios, lo encontró sentado sobre la Luna
mirando con soltura las pérdidas...
de tiempo en rezos y koanes,
en hachís, cocaína y meditaciones.
En las partidas dadas por perdidas,
por falta de verbos en las oraciones.

Vas a creerle al descarado!
volvío con la hoja en blanco por mensaje.
La tabla de Moisés resultó ser un huevo,
o la gallina, sabrá Dios quien fue primero!
De a ratos, ya no le reconocía el traje.

A tal punto, que el punto final
son los puntos suspensivos
que acaban por agonía.
Las comas que pecan por exesos
y la santa rutina, por exesiva.
A falta el pan..., sobren los besos.



-El Farabute-

sábado, 23 de febrero de 2013

DEUDA PENDIENTE.


No es por gitano que compro y vendo,
es tan solo por pagar una deuda 
que sin adquirirla, considero pendiente.
Es por esas mil y una noches, 
por las velas prendidas sin deudos.
Por esos mil y un besos... 
tan libres, tan ardientes.

Compraría todas las mentiras del mercado, 
sin cheques ni pagarés, las pagaría al contado.
Para regalartelas, con tal de contar 
de contar saberte feliz.
Contar de pagar, lo adeudado al contado.

No digo que sea porque me lo cobres,
digo que es porque quiero pagarlo.
Pagarle a Venus sus dones
y a Eros, pagarle nuestro pecado.

Siendo que una Dama no tiene pasado,
y un Caballero no tiene memoria.
Benditos los ángeles echados al destierro.
Benditas las noches sin pena ni gloria,
y aquellos besos, besos rojo carmín, 
que avalan la deuda, pagada al contado.


Tan dioses y tan Humanos como siempre.
Vas a creer? Claro que te amo!




-El Farabute-

domingo, 17 de febrero de 2013

Habla DRÁCULA – Fernando Savater


Habla DRÁCULA – Fernando Savater

Monólogo quinto
Habla DRACULA (*)
Nadie conoce como el vampiro la alegría de la noche. El día es un espejismo, una perturbación atmosférica: la noche es un complejo y rico estado de ánimo. Paladeo hasta el fondo, hasta el estremecido límite, el júbilo secreto de la noche. ¿Habéis pensado que en el día sólo se ven sombras, bultos que interceptan con su opacidad la luz; mientras que en la noche sólo se ven fulgores, destellos que desmienten la tiniebla? El objetivo del día es lo oscuro, lo opaco, mientras que la noche sólo sabe de resplandores. Pero sabe también que es la oscuridad lo que permite fijarse realmente en la luz y no en los bultos alumbrados por ella; lo mismo que yo sé que es la muerte perennemente padecida lo que faculta para dejarse fascinar plenamente por la vida. Para vivir algo más intenso, más refinado, más sabroso que el discreto sopor de temores y obligaciones llamado habitualmente vida, es imprescindible estar muerto y bien muerto. La muerte es el único interés de la vida, el único aliño que sazona su insipidez. Pero normalmente se nos procura con excesiva generosidad: los hombres viven tan obsesionados por la riqueza pavorosa de la muerte que apenas tienen tiempo para fijarse en la vida, lo mismo que el exceso de luz diurna les ciega para todo lo que no sean sombras y borrones. Pasan su tiempo lo matan, para ser exactos tratando de alejar de sí la muerte, previniéndola, combatiéndola o infligiéndola a los demás, viendo morir a los suyos, compadeciéndoles, envidiándoles, calculando el tiempo que les falta para quedarse del todo sin tiempo. No es raro que sólo imaginen verdadera vida después de la muerte, sea gozada personalmente en un más allá o sea disfrutada por bienaventuradas generaciones futuras. Pero como el cielo es increible y el futuro incierto, la vida aplazada no alcanza verosimilitud. Y, sin embargo, aciertan al menos en una cosa, en que para vivir hay que estar convenientemente muerto…
Tengo resuelto satisfactoriamente el problema que les aflige, como también a mí me afligió un día. He logrado que la vida sea mi único objetivo, mi única obsesión: a mí la vida me acecha y me colma como a ellos la muerte. Y no la vida laboriosa y pacificada del armónico futuro ni las arpas y nubes de insulsos paraísos dogmáticos: no, mi vida, mi maravillosa y plena vida, es la que prometen los pechos desnudos de las doncellas, la que vibra de riesgo y aventura, la que se afirma en el poder o en el terror, la que se cifra en la cálida sangre. Vida presente aquí y ahora; para siempre, sin límites. He tenido que pagar por ella, porque todo tiene un precio, pero no he sido defraudado en mi inversión. Estoy muerto, desde luego: ¿qué otro medio hay para gozar plenamente de la vida como algo positivo, no como un atropellado sueño que se nos escapa? Desde este lado de la muerte, la vida presenta toda su riqueza maravillosa, la sutileza desconcertante de sus experiencias, los prohibidos goces que el temor de la muerte hurta a los mortales. ¡Yo cabalgo el viento, soy señor de los lobos y de las tormentas, alimento con las mujeres más bellas pasiones que la luz del día ni siquiera puede soñar! Cierta noche, aquel inofensivo idiota al que alojé en mi castillo transilvano me vio descender cabeza abajo, como una monstruosa araña, por la inaccesible pared de mi torreón… Es el emblema de mi destino que más me agrada. Recuerdo con nostalgia y cierto fastidio mi viaje a la puritana Inglaterra: fueron aquellos absurdos personajes, el estúpido Jonathan Harker, el sombrío místico Van Helsing, las gazmoñas Lucy Westenra y Mina Murray, quienes crearon la fábula hiperbólica de mi maldad infernal. En Transilvania, un pueblo sabio y por tanto fatalista sabe que el mal es uno de los rostros inevitables de toda grandeza; pero los ingleses se pasman ante él como un escándalo e incluso una descortesía. Por lo visto esperaban que un Inmortal acatase discretamente los preceptos de la moral victoriana… ¡cuando ni siquiera los respetaban las figuras auténticamente nobles de esa época! Nunca entendieron en dónde residía mi peculiaridad: desde aquella brumosa jornada en que llegué al puerto de Whitby en mi barco tripulado por cadáveres, empezaron a inventarme una personalidad que tenía algo de Jack el Destripador y algo de Oscar Wilde, una suerte de Aleister Crowley fantasmal…
Sus códigos están bién para esa temerosa luz en la que se ven obligados a vivir los condenados a la muerte. Pero en mi tiniebla deslumbrante no hay lugar más que para la pasión. El día es ataúd, pero la noche trae el deseo y la aurora regalará sangre. Sólo yo, el muerto, el inmortal, podría contaros qué entrega deliciosa es la vida. Sólo yo, el rey de la noche.

jueves, 14 de febrero de 2013

Un Navegante Errante.



Pasó tanto tiempo como agua bajo un puente del río de la Plata, que ya no le quedan más que un par de recuerdos hechos jirones.
Tal vez sea una suerte de mecanismo de defensa, o tal vez es el futuro siempre limpio y en blanco ejerciendo su acción de prensa, su publicidad cómplice con un destino que tal vez nunca  ya estuvo  escrito.
“No pisar lo pisado”, o…”pa’ tras, ni pa’ tomar envión”  o frases por el estilo hechas a medida de quien las necesite en algún momento del camino, son los remos del navegante que naufraga en el mar de las dudas, cuando pretende vivir conscientemente.
Todo muy bonito, pero un aroma a destierro, a veces voluntariamente elegido,  otras elegantemente aceptado y otras un poco de ambas,  acicalan el aura y la estela, que un navegante errante deja al pasar.
Como un gitano que decidió zambullirse en lo más profundo del mar. Como un don cualquiera, que no se sabe a ciencia cierta, ni cómo, ni cuándo ni porqué, terminó viviendo más feliz que un culo, o como perro con dos colas, barriendo sin escoba la mierda de abajo de la alfombra.
Cuentan las leyendas de los mares, que los buenos navegantes jamás tuvieron rumbo fijo ni cierto. Como soy el más creyente de los ateos y me deleitan los cuentos, me lo tomo al pié de la letra  y pongo a cuenta de lo que vendrá,  la última gota de ron.


-El Farabute-

miércoles, 9 de enero de 2013

Con cuatro Ases y dos Damas.


En una noche de aquellas
donde no tenías nada mas que hacer.
Se te dió por probar tu Suerte,
por tentar a tu Destino.
Y terminaste sentado, en
una mesa de casino
enfrente de un crupier.

Me contaste que a decir verdad,
no piensas en lo que haces.
¿Será esa la causa, el motivo
de que la Suerte eche en tus manos,
cuatro Ases servidos?

Y en esa noche cualquiera
que andabas con la Suerte encima.
Como para no creerlo
a tus espaldas tenías,
a dos damas morenas.

Uno, dos, tres, cuatro Ases.
Y dos damas morenas.
Así comenzó la noche,
como una noche cualquiera.

Una era gitana.
La otra era adivina.
Una marcaba tus cartas.
La otra te quería.
Una te buscaba.
Y la otra que ni te miraba,
te perseguía.

Y así, bajo la luna por testigo.
Con cuatros Ases en la mano
y dos damas, morenas por guardaespaldas.
Perdiste la aguja entre el trigo
y ganaste, con cuatro Ases servidos.


-El Farabute-