A punto de partir
cargo la pluma con emociones,
en un pretendido homenaje,
de transformar recuerdos en canciones.
Con un nudo en la garganta
y los ojos brillosos y saltones,
me despido de tí
y de ese fulano que algún día fuí.
Quiero abrazarlo y ya no puedo,
ya es parte de un pasado.
Y con la madurez de un niño ingenuo,
me hace señas que siga,
que el futuro no tiene dueño.
Vivir como gitano,
un tiempo en cada pueblo.
O como un navegante errante,
que respira al perseguir su sueño.
No es la primera vez que he de partir,
dejando cada vez mas en el camino.
A cambio la Vida me entrega,
lo puesto y lo aprendido.
Con un pie en el estribo del tren,
el último abrazo eterno.
Ese que es mejor no dar,
si pretendes no llorar.
Despedirse y perderse,
en las huellas del olvido.
Sin dejar constancia que un día
has llegado,
y otro habrás partido.
-El Farabute-