Y ver tu sonrisa pintada en todos partes, en las paredes que
contienen, que encierran. En las ventanas abiertas que prometen. En el cielo
raso, en el cielo abierto. En medio de tanta gente, entre el murmullo que
cuentan mil historias en los subtes, en los micros, en los trenes. Al final de
una avenida con luces interminables. En la fina línea del horizonte que
confunde, lo efímero con lo palpable.
Un suspiro, un susurro, un morderse los labios… un firmar de
puño y letra lo que se siente a diario. ¿Hace falta más? Para sentirse vivo,
capaz de amar hasta la indecencia, por insolente, por que se quiere así, así
sin más.
Un futuro imperfecto de un imperfecto poeta, que llena con
puntos suspensivos los espacios en blanco cuando lo abandonan las palabras, tan
solo para ser leído entre líneas, aquellas palabras que porque no se le ocurren,
las escribe entre “comillas”.
Y un perfecto presente que promete un futuro merecido, (el
que sea). Ahora y aquí juega sin cartas marcadas, sin Ases bajo la manga. Sin
más ilusión que el que otorga la magia…la magia de una sonrisa, la magia de tu
mirada.
Y tras esa sonrisa… un morderse los labios!