lunes, 2 de abril de 2012

Como Dios manda.

Y nos despedimos
como Dios manda despedirse
a dos amantes. Con un abrazo
y un te quiero. Y aunque pudiera,
que no quiera olvidarte.

Si hemos de sangrar,
que sea espontáneo y visceral.
Como un acto reflejo.
Como reflejo en un espejo,
cuando sangra un animal.

Y te dejé junto al camino
que llevaba hasta tu casa.
"Adios que tengas Suerte"
se decían nuestras miradas
mientras...
mientras me alejaba.

Ni te extraño, ni te olvido.
Ni verde, ni maduro.
Es una cuestión práctica
vivir sin prisa, y cada día
averiguar nuestro futuro.

Y...
y nos despedimos como Dios manda
a olvidarse dos amantes.
Con el Destino tan incierto
de un ladrón dentro de un banco.
Un recuerdo, con el tiempo amarillo,
y con la página siguiente en blanco.


-El Farabute-