En una noche de aquellas
donde no tenías nada mas que hacer.
Se te dió por probar tu Suerte,
por tentar a tu Destino.
Y terminaste sentado, en
una mesa de casino
enfrente de un crupier.
Me contaste que a decir verdad,
no piensas en lo que haces.
¿Será esa la causa, el motivo
de que la Suerte eche en tus manos,
cuatro Ases servidos?
Y en esa noche cualquiera
que andabas con la Suerte encima.
Como para no creerlo
a tus espaldas tenías,
a dos damas morenas.
Uno, dos, tres, cuatro Ases.
Y dos damas morenas.
Así comenzó la noche,
como una noche cualquiera.
Una era gitana.
La otra era adivina.
Una marcaba tus cartas.
La otra te quería.
Una te buscaba.
Y la otra que ni te miraba,
te perseguía.
Y así, bajo la luna por testigo.
Con cuatros Ases en la mano
y dos damas, morenas por guardaespaldas.
Perdiste la aguja entre el trigo
y ganaste, con cuatro Ases servidos.
-El Farabute-
Divino misterio
ResponderEliminarde cuatro damas servidas...
con luna por testigo,
y una pluma servida...
Mary.
Gracias Farabute... excelente.
Un beso.
Gracias Mary, que lindas tus palabras! Otro beso para tí.
ResponderEliminarMuy bueno... fascinante!!
ResponderEliminarGracias Farabute.
Gracias Farabute,excelente y fascinante!
ResponderEliminarCariños.
Cinco Ases mi estimado Farabute, te sacaste un As de la manga con este estupendo As de poema...Saludos
ResponderEliminarGracias Adri!! Te mando un gran abrazo!!
ResponderEliminarQue hermosas palabras que me has dedicado Anónimo!! Quién serás? Al leerlas, me suenan en boca de un Amigo. Vaya para tí, un abrazo de mi parte.
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