martes, 26 de marzo de 2013

Y aquí no hay delito.



Me has devuelto a la vida y voy a  pagar por ello. Y teniendo en cuenta aquello, de que cada firma lleva su sello, pagaré a mi modo, aprovechando de mis virtudes y abusando de mis defectos.

Voy  a raptarte. Pero soy lo suficientemente sádico como para llevarme solo una parte de ti. Aquella donde habitan tus emociones, donde están vivos tus sentimientos. Aquella parte de ti, que canta tus mejores canciones.

La justicia ya no me busca. He confesado el delito antes de cometerlo. Es el modo que he encontrado para no vivir huyendo. Para seguir vivo, aún después de muerto.
No puedes quejarte…he pecado de honesto.

Pensándolo bien, ni siquiera será un delito. Eres tan responsable como yo.
Eres la plegaria del hereje, la cuadratura del círculo, el andar de una rueda sin eje.
Eres el sentido del sinsentido, de éste sentir lo que siento. De las palabras que te digo, de las que callo y de las que se llevó el viento.

En resumidas cuenta, eres la llama que derritió el hielo

-El Farabute-





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