sábado, 8 de septiembre de 2012

Es que justo Aquel día...

Es que justo aquel día...
fallaron los mosquetes.

Es que justo el día de su sentencia,
por haberse mojado la pólvora
fallaron los mosquetes.
Y habiendo cumplido su condena
y considerando paga ya su deuda,
sin dudas y sin dudarlo
mirando atrás y guiñando un ojo,
con una sonrisa que grita muda
...se echó a correr!


Es que justo aquel día,
a la sangre de aquel fulano
que no es mi padre ni es mi hermano,
se le dió por burbujear.
Se espantaron los fantasmas
y a los duendes acatarrados,
se les dió justo por cantar.


¡Si hubiras visto la cara de aquel tío!
Cuando se abrieron las puertas de la masmorra.
Tan feliz con sus jirones!
Con ese "nada", que nada le sobra.
Con ese desparpajo, como si fuesen dones.


Es que justo "aquel" día
tuvo tanta suerte,
que se mojó la pólvora!
Es que justo "aquel" día
tuvo tanta suerte,
que ardió la hoguera!
Es que justo "aquel" día...
fué un día cualquiera!



-El Farabute-