miércoles, 21 de noviembre de 2007

¿Y si durmieras?
¿Y si en el sueño, soñaras?

¿Y si soñaras que ibas al cielo y allí cogías una extraña y hermosa flor?
¿Y si cuando despertaras tuvieras la flor en tu mano?
¿Ah, entonces qué?

Henrik Wergeland (1805-1845).