Cuantas veces quieras ir
a la ciudad portuaria
para verme o para relajarte,
no importa el motivo.
No hará falta que digas
ni media palabra.
Ni siquiera tienes que avisarme,
es un honor que conserves mi llave.
No te tocaré ni un pelo (si así lo desearas),
pero tendrás que estar dispuesta
a mi esa necesidad de sentirte,
de abrazarte...una vez más.
Y una cosa mas,
no le digas que me conoces
para que no se ponga nervioso,
si por esas cosas del Destino
nos cruzamos, nos miramos y nos decimos,
Sabesunacosa?...
-Fara-
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