Solo que a mi modo rezo
tal vez y de vez en cuando.
Siempre todos los dias,
perdón por mis pecados.
Pero es que tal vez,
la Suerte ya esté hechada.
Que yo no lo sepa,
tal vez no diga nada.
Es que la Suerte como la sombra
siempre busca el momento.
El ángulo bajo el Sol.
Y siempre, como de repente
Tal vez...
tal vez siempre aparece hoy.
Si me das a elegir entre una plegaria
y un grito desde las entrañas.
A ojos cerrados y sin pensarlo,
es lo que mas quiero...
Un pagaré sin vencimiento
que nunca cobraré.
que nunca pagaré, por capricho.
Que la religión, que la New Age.
Que siempre para todo tienen
de sobra, mas de un buen dicho.
A cuenta de lo que cuento.
Que a las palabras que lleva el viento
las trae a cuenta,
lo que cuentan los sentimientos.
Dos de corazones, una mirada cómplice
y un pleno al rojo.
La magia siempre se esconde
entre un par de par labios,
y un capricho por puro antojo.
Solo que a mi modo rezo
bajo un árbol, que ya no es el de cerezo.
Solo que a mi modo rezo
a Dios, sin súplicas ni plegarias.
Los moros serán los Arias,
cuando tus labios, sean mis besos.
-El Farabute-
Las ideas son juguetes, la búsqueda de la verdad un juego. No creas nada, explora todo. Y recuerda: "todo es posible y nada es lo que parece"
sábado, 29 de septiembre de 2012
domingo, 16 de septiembre de 2012
Por aquel Impulso...
Es que la línea es tan delgada
que nunca se sabe, cuando la cruzas
y cuando te la "tomas".
Si se sueña que sueña,
o es que ahora, es ahora.
Y miras el reloj, por mirar la hora.
Fuiste, ya fué, pasó el instante.
Lo guía el instinto,
al comandante. Parece distinto.
Ayer no es como antes.
Al mañana le dejo propina.
A los "ismos", les dejo mis saludos.
Benditas las horas que no riman.
Las que no premian de apuro.
Benditas las palabas porque sí,
esas, por las que no juro.
Juro por tu Dios y por mi Alma.
Si te miro, será de frente.
Si te doy la mano, será de palma.
No está en mis intereses,
jamás darte la espalda.
Marcan las horas, una lenta melodía.
Marca el pulso aquel impulso
de besarte por las noches,
y por amarte...aun de día.
que nunca se sabe, cuando la cruzas
y cuando te la "tomas".
Si se sueña que sueña,
o es que ahora, es ahora.
Y miras el reloj, por mirar la hora.
Fuiste, ya fué, pasó el instante.
Lo guía el instinto,
al comandante. Parece distinto.
Ayer no es como antes.
Al mañana le dejo propina.
A los "ismos", les dejo mis saludos.
Benditas las horas que no riman.
Las que no premian de apuro.
Benditas las palabas porque sí,
esas, por las que no juro.
Juro por tu Dios y por mi Alma.
Si te miro, será de frente.
Si te doy la mano, será de palma.
No está en mis intereses,
jamás darte la espalda.
Marcan las horas, una lenta melodía.
Marca el pulso aquel impulso
de besarte por las noches,
y por amarte...aun de día.
-El Farabute-
sábado, 8 de septiembre de 2012
Es que justo Aquel día...
Es que justo aquel día...
fallaron los mosquetes.
Es que justo el día de su sentencia,
por haberse mojado la pólvora
fallaron los mosquetes.
Y habiendo cumplido su condena
y considerando paga ya su deuda,
sin dudas y sin dudarlo
mirando atrás y guiñando un ojo,
con una sonrisa que grita muda
...se echó a correr!
Es que justo aquel día,
a la sangre de aquel fulano
que no es mi padre ni es mi hermano,
se le dió por burbujear.
Se espantaron los fantasmas
y a los duendes acatarrados,
se les dió justo por cantar.
¡Si hubiras visto la cara de aquel tío!
Cuando se abrieron las puertas de la masmorra.
Tan feliz con sus jirones!
Con ese "nada", que nada le sobra.
Con ese desparpajo, como si fuesen dones.
Es que justo "aquel" día
tuvo tanta suerte,
que se mojó la pólvora!
Es que justo "aquel" día
tuvo tanta suerte,
que ardió la hoguera!
Es que justo "aquel" día...
fué un día cualquiera!
fallaron los mosquetes.
Es que justo el día de su sentencia,
por haberse mojado la pólvora
fallaron los mosquetes.
Y habiendo cumplido su condena
y considerando paga ya su deuda,
sin dudas y sin dudarlo
mirando atrás y guiñando un ojo,
con una sonrisa que grita muda
...se echó a correr!
Es que justo aquel día,
a la sangre de aquel fulano
que no es mi padre ni es mi hermano,
se le dió por burbujear.
Se espantaron los fantasmas
y a los duendes acatarrados,
se les dió justo por cantar.
¡Si hubiras visto la cara de aquel tío!
Cuando se abrieron las puertas de la masmorra.
Tan feliz con sus jirones!
Con ese "nada", que nada le sobra.
Con ese desparpajo, como si fuesen dones.
Es que justo "aquel" día
tuvo tanta suerte,
que se mojó la pólvora!
Es que justo "aquel" día
tuvo tanta suerte,
que ardió la hoguera!
Es que justo "aquel" día...
fué un día cualquiera!
-El Farabute-
Suscribirse a:
Entradas (Atom)