mas grande que un elefante.
Ese que mea mi Suerte.
Que por suerte no ha contemplado,
que se puede soñar despierto,
y de nuestro amigo, el abecedario.
Con el que me escapo juntando letras,
del sinfondo que vivo a diario.
A tí que me deseas Suerte,
ojalá tu Dios te oyera!
Y si no es mucho pedir,
que el viento levante tu pollera.
No lo tomes de manera literal,
es por ponerle a éste negro día,
un poco de pimienta, y otro de sal.
¿De qué sirve maquillar la Vida,
con el: "piensa siempre en positivo"?
Si un flujo negro de electrones
se encarga día y noche,
de tapar el Sol,
de ocultar los dones.
Y me arropo con letras y melodías.
Y corro, por escapar del elefante.
Que hace lo imposible por mearle,
por robarle el aliento y la sonrisa,
a éste que vive porque pretende,
besar despacio, besar sin prisa.
Y busco en mi destierro
abrazar mi Suerte.
Capitalizar mis yerros,
huir de la mala muerte.
Hoy toreándole a la Vida,
y viudo de la apatía.
Busco la magia en melodías.
En mis sueños que son,
ese escapar de la rutina,
ese pan de cada día.
-El Farabute-
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