No pretendo que dependas de mí.
Un estado así...
solo se puede compartir.
Rosas y soles sobre el jardín.
Con un futuro en blanco
envuelto en papel arroz,
hoy beso tus labios, solo por amor.
Desarrollando el oficio de vivir.
Aprendiendo a morir de a ratos.
Desaprendiendo lo que parece innato,
escribiendo, o dibujando garabatos.
La Tierra es el bendito Paraíso,
que habita el gordo, el flaco y el petiso.
El Cielo es la tierra prometida,
ante el desconsuelo, de la próxima partida.
Entre el Cielo y la Tierra
me quedo con: ¿Quién es ella?
Con esos labios, tallados en arcilla.
O con tu esa..., media costilla.
-El Farabute-
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