tal vez mañana no sea
el mismo que hoy,
¿como decirte entonces
quien es que soy?
Da igual de donde vengo
menos da a donde voy,
pero es una tortura
no poder decirte quien soy.
Busco con desesperación
esa ansiada conexión,
que me guiñe un ojo y me diga
que no perdí la razón.
Busco en tu mirada
esa magia, esa melodía,
el silencio entre las palabras
sentir que la luna, ilumina el día.
-El Farabute-
Mientras Pluto continúe
ResponderEliminarcreyendo que es hijo de Pluta,
no tendrá acceso a la percepción
de su naturaleza absoluta.
Deja de ladrar a la luna
de manera lamentable y espantosa
y descubre que Tú mismo eres
la Fuente de todas las cosas.
El Gran Farabute (adivina-adivinador)
En tu mirada:
ResponderEliminarUn poema en que el hablante registra desde una opción inconclusa - la conciencia de la ambiguedad del sí mismo, un anhelo por establecer una conexión que le permita reconocerse ante el tú del otro. Es un poema de vértices y abismos. "Da lo mismo el origen y el destino" pero le tortura no poder decirle al tú quien se es.
Al parecer, es la mirada del tú la que puede rescatarle de esta situación, ya que sólo ese gesto, "el guiño de ojo" le permitirá percibir la luz de la luna a pleno día.
¿Qué quiso decir Farabute con esta figura? Parece que la clave está en cómo se mira al otro. Pero esto solo lo aprendemos por la mirada mediadora del otro.
En la novela filosófica "El principito" recuerdo la frase: "lo esencial es invisible a los ojos". Aquí se busca una mirada que pueda ayudarnos a descubrir lo esencial en la relación con el otro.