Las ideas son juguetes, la búsqueda de la verdad un juego. No creas nada, explora todo. Y recuerda: "todo es posible y nada es lo que parece"
sábado, 6 de julio de 2013
viernes, 5 de julio de 2013
Hoy como Ayer.
Que no,
que sí. Que no, que ya lo sé.
Que no,
que no te hace falta me decía mi Padre.
Que sí, que ya lo sé, le decía yo.
Cuestión que a los 10 u 11 años yo quería ganarme mi propio dinero.
Era su
primogénito y muy mimado por él. No sé si por aquel entonces me daba cuenta de
cuánto amor sentía mi Padre por mí. Hoy no tengo dudas, hoy una plegaria
diaria por él.
Cuestión
que logré convencerlo de que me permitiera salir la calle a vender quiniela.
Quiniela! (Qué insulso!!, numeritos por dinero!)
Y así salí
a la calle, con mi talonario de ventas en la mano, orgulloso y bien dispuesto a
conocer el mundo, lo que para mí era Todo!! (claro!, si no conocía otra cosa más
que el patio de mi casa, o las calles del
barrio donde jugaba).
Con mi
timidez a flor de piel, recitaba como un mantra: “Buen día! Buenas tardes!
Quiere probar Suerte? Vendo quiniela”.
Así
llegué a tener una clientela fija, personas mayores de edad, que me esperaban
ansiosas a que pasara a la hora de siempre, para hacer sus apuestas…(las de
siempre). Porque el jugador de quiniela sigue a los números, lleva la cuenta de
los números repetidos, y hasta traduce
en números el contenido de los sueños.
Trabajé
todo aquel verano! Gané mi propio dinero!
Pero no
saben lo que me pasó! La última semana de trabajo, quiso la Suerte que
aprendiera algo, para lo cual tuve que pagar con todos mi ahorros.
Anoté mal un
número, y el desgraciado salió premiado a la cabeza.
Llegué
a mi casa, abrí mi cajita, junté todo el dinero que había ganado en aquel
verano y fui a pagarle a mi cliente…, y aun así le quedé debiendo.
Pero mi
cliente fue generoso, nunca me reclamó el faltante…Nunca más lo vi.
Que qué
aprendí? Que vender Quiniela es vender esperanzas para los necesitados de dinero
rápido, o ilusiones para los adictos al
juego.
Qué
paradójico! Hoy, algunas décadas después, casi sin darme cuenta (como en aquel
entonces), por simple hobby, me encuentro tras los pasos de una nueva profesión,
un oficio: Hoy quiero vender Momentos, Estados (“Hechos que No son…, pero que Son
lo que parecen”). Hoy otra vez quiero vender Ilusiones… Señoras y Señores:
Comienza
la función!!
-El Farabute-
Suscribirse a:
Entradas (Atom)