Si he de aprender a mirarme,
que sea en el espejo.
A reirme, cuando frunza el entrecejo.
A guiñarle un ojo a la Vida,
cuando la Suerte me mira,
de vez en cuando y a lo lejos.
Y a las puertas del Cielo,
un Angel y un Dragón.
La "Suerte" o el "Destino",
de tí depende, no se comprende
si estás en "off", o estás en "on".
Uno que muere en soledad.
Dos que mueren encarcelados.
Tres que mueren en pecado.
Cuatro que rezan porque es mejor,
tener al Dios de su lado.
Cuestión que éste bals lo bailo contigo.
Y sin ser el Príncipe de Marcella.
Hoy te escribo a tí, sin mentir una palabra,
y a la vez pensando en ella.
-El Farabute-